Visita a la plaza de abastos

                                                                                

Una visita al mercado

Ayer fuímos de excursión a Porriño, más concretamente a la plaza de abastos, donde visitamos los diferentes puestos que allí había. Una señora del ayuntamiento nos explicó cómo era la plaza antiguamente, el porqué separar los puestos de pescado y carne de los de verduras, frutas y legumbres; porque había que respetar la higiene y muchas cosas más.

Empezaré describiendo que había en el segundo piso. Aunque es un mercado de alimentos, en este segundo piso nos encontramos con una peluquería, un salón de manicura, una floristería… 

La primera planta estaba dividida en dos partes: por una parte las frutas, verduras y legumbres, y por otra parte la carne y el pescado (antiguamente este mercado se dividía en dos edificios separados)

Un señor nos explicó que todos los productos estaban etiquetados, que en la etiqueta lo ponía todo y que la fecha de caducidad, no era exacta; era aproximada .Así deducían la fecha de caducidad: primero ponían un producto en observación y cada más o menos 5 días lo iban controlando. El día de inspección que lo encontraban en mal estado, ponían la fecha de caducidad; lo que tardó desde que se pusieron en observación, hasta que se encontró con mal aspecto, menos unos días de antelación para estar seguros de que el cliente que consume el producto, lo consuma en un estado óptimo.

                          

 

También aprendí algo un poco gracioso, que era que si alimentabas a las gallinas con trigo te salían los huevos blancos, si las alimentabas con maíz te salían huevos amarillos y si les dabas pan mojado en vino salían morados, pero todos con el mismo sabor.

La estructura del edificio no era igual a las actuales porque ¡Se había construido en 1907! El edificio actual de 1972, tiene cadenas de hierro que sujetan el techo al edificio y que hacían que el techo junto con la gran tienda se acostumbrara al movimiento de la construcción por el viento.

Al final de todo nos dirigimos a la churrería entre la salida y el puesto de bacalao; todo dentro de la plaza, donde nos dieron churros y una bolsa que contenía una manzana y una pera.              

                          

                           

El final de la excursión fue el regreso a cole andando, por el mismo camino que habíamos hecho para llegar a esta curiosa plaza de abastos de Porriño.